Todas las empresas deben tomar las medidas necesarias para minimizar los riesgos laborales y prevenir accidentes.Esto es aún más evidente cuando transportamos mercancías peligrosas o trabajamos en entornos expuestos a grandes riesgos. En estos casos, es fundamental disponer de protocolos de seguridad que garanticen el correcto desarrollo empresarial sin correr riesgos.
Bajo esta premisa, hay dos requisitos que debemos tener en cuenta; el ATEX y el ADR. El primero describe cómo trabajar en una atmósfera explosiva con seguridad, mientras que el segundo regula el traslado, almacenaje y manipulación de mercancías peligrosas.
Nos referimos como atmósfera explosiva a toda zona en la que se mezcle el aire con sustancias inflamables tales como gases, vapores o polvos; mientras que las mercancías peligrosas son productos que, al ser transportadas, presentan algún riesgo para la seguridad, la propiedad o el medio ambiente.Se tratan de dos normativas de obligado cumplimiento para aquellas empresas que trabajen en atmósferas explosivas o transporten mercancías peligrosas.
En este artículo, vamos a explicarte sus fundamentos y la vinculación entre ellas.
El Certificado ATEX (Atmósfera explosiva) es una documentación que describe el tipo de equipamiento, prevención y medidas de seguridad que deben aplicarse para trabajar en una atmósfera explosiva.Se distinguen dos tipos de atmósferas ATEX:
Este certificado asegura que todo el material pueda utilizarse sin correr riesgos y, por lo tanto, cumpla los estándares de seguridad estipulados.
Cómo se identifica el certificado ATEX
Una vez el equipo en cuestión esté certificado, es acreditado por la directiva ATEX, la cual deja constancia de que el producto cumple con los protocolos de seguridad necesarios.
Cómo ya hemos comentado, el certificado ATEX sirve para garantizar el uso de productos potencialmente explosivos sin ningún riesgo, es decir, que el entorno de trabajo o la zona expuesta esté segura.No obstante, la certificación ATEX no es siempre suficiente. En aquellos casos donde la empresa distribuya mercancías catalogadas como peligrosas, también se deberá complementar con la normativa ADR, que garantizará que el proceso de traslado, almacenaje y manipulación siga los protocolos de seguridad
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