La recepción de mercancías es uno de los procesos más rutinarios de la cadena de suministro. Cada día llega nueva mercancía que deberá ser almacenada. Sin embargo, a menudo no se le da a este proceso la importancia que merece.
Y tú, ¿quieres optimizar la recepción de mercancías de tu empresa? Sigue estas 8 recomendaciones.
Disponer de unos proveedores eficientes y fiables resulta de vital importancia para cualquier proceso logístico. También para la recepción de mercancías.
Quédate con proveedores que sean puntuales en sus entregas. Este simple detalle hará que ahorres mucho tiempo, o lo que es lo mismo, dinero. Confiar en tus proveedores también facilitará las inspecciones.
El ritmo de trabajo en un almacén suele ser frenético. Por lo tanto la improvisación no puede ser una alternativa. La recepción de mercancías debe estar totalmente planificada.
Una correcta planificación ahorrará tiempo a tus empleados y reducirá el número de incidencias. Planifica las entregas en el tiempo y anticípate a cualquier posible inconveniente.
Cuando te encargues de la recepción de mercancías deberás conocer al detalle el stock del que dispones en el almacén de cada producto.
Y no sólo eso. Conociendo además la ubicación exacta de cada artículo reducirás tiempos y esfuerzos, mejorando sensiblemente el proceso.
No es lo mismo la mercancía que te trae un proveedor que aquella que te llega de otro centro logístico de tu empresa. Los protocolos de actuación deben ser distintos.
La recepción de la mercancía externa será más exigente. Requerirá unos controles y unas inspecciones más exhaustivas que en el caso de las mercancías internas.
La comunicación con tus proveedores debe ser constante y fluida. Empatiza con ellos, no tengas sólo en cuenta las necesidades de tu empresa.
Pacta con tus proveedores el día y hora de la entrega. De este modo será más factible que no haya retrasos. Además, mejorará tu relación personal con ellos.
Poco importa las dimensiones que tenga tu almacén. Disponer de una zona exclusiva de descarga es un requisito obligado para recibir las mercancías eficientemente.
No es suficiente con una zona polivalente. Si cuentas con una zona siempre preparada para el proceso de recepción ganarás en tiempo y eficacia.
Una vez descargas la mercancía no puede quedar-se ahí hasta nuevo aviso. El proceso de almacenamiento debe ser inmediato.
Si algún artículo no dispone todavía de ubicación permanente habilita una provisional. No pierdas nunca el control de la situación de cada uno de ellos.
Los anteriores consejos pueden resultar muy eficaces. Sin embargo servirán de poco si no eres capaz de automatizar el proceso de recepción de mercancías.
Establece unas pautas, unos pasos a seguir. Procura que sean lo más detallados posible. Revisa que este protocolo se siga a rajatabla. La repetición de pasos agilizará el trabajo y reducirá los errores.
La recepción de mercancías es un proceso fundamental con el que te enfrentas a diario. Sigue estos 8 sencillos pasos para que su funcionamiento sea el óptimo.