La planificación de rutas es un elemento importante en cualquier servicio de logística, distribución, transporte o mensajería. Siempre supone un coste significativo que las empresas deben amortizar en la medida de lo posible.Pero no solo se trata de una cuestión de costes. También influye directamente en el tipo de servicio que se presta y, como es lógico, en el nivel de satisfacción de los clientes.
En este post vamos a darte algunos consejos para la planificación de tus rutas, más allá de cuál sea el sector de desempeño de tu empresa, y recordaremos algunas ventajas de hacerlo de una forma eficaz y oportuna. ¡Acompáñanos!
Antes de empezar, vamos a desmontar una idea bastante extendida según la cual la planificación de rutas es algo que empieza en cuanto un vehículo se pone en marcha hacia su destino. ¡No! Es mucho más complejo que eso, pues intervienen factores que previamente determinan la calidad del servicio.
¿Que de cuáles factores estamos hablando? Repasa con nosotros estas 7 claves para la planificación de rutas y descúbrelos por ti mismo:
Primero lo primero: debes saber si la flota con la que cuentas es tuya y cuáles son sus características en cuanto a volumen, capacidad, dimensiones externas e internas y peso, entre otras. No es lo mismo hacer un reparto en furgonetas que en camiones, pues los accesos varían en ciertas horas según la ciudad o la zona. También debes tener claro si el número de vehículos es suficiente o si tienes que incorporar nuevos elementos para hacer frente a la demanda.
Pregúntate cuál es el personal que tienes a mano para planificar las rutas, no solo los conductores disponibles —y los permisos de conducción de cada uno—, sino también los responsables del almacén. Y aún más: repasa cuáles son sus horarios, sus turnos, sus vacaciones.
El tipo cliente puede darte información del envío que preparas. Por ejemplo, los proveedores de negocios de hostelería aplican la regla del «por si acaso», que no es otra cosa que llevar más unidades de las solicitadas dado que en no pocas ocasiones se trata de pedidos abiertos. Igualmente, debes tener en cuenta sus horarios y el acceso a la zona de destino del servicio.
Cada vehículo que se pone en marcha debe cumplir una función. De ti depende lo eficientes que sean. Si es una sola carga, aprovecha al máximo el espacio del vehículo; si son varias cargas a la vez, no olvides el límite de entregas por día, los kilómetros recorridos y la capacidad de carga fija.
Cuando se trata de productos o bienes materiales, es importante tener claro si dichos productos necesitan una temperatura específica, como es el caso de las empresas del transporte frigorífico. También necesitas conocer si es mercancía peligrosa, cuánto pesa, cuáles son sus dimensiones y si requiere de tratamiento especial durante el trayecto a su destino.
Sí, la relación origen-destino es importante en la planificación de rutas. Pero ojo, no olvides las características del lugar al que quieres llegar, tanto si llevas pasajeros a bordo como si transportas bienes materiales. Los accesos varían en función de los vehículos, de los horarios y de los días de la semana.
A la hora de planificar tus rutas, recuerda que debes tener en cuenta tanto el tiempo del trayecto como tal —con cierto margen de error— como los tiempos de descarga de cada entrega. Asimismo, no está de más que eches un vistazo a la información meteorológica del día de los trayectos.
El uso de plataformas de gestión de flotas y la digitalización de los procesos logísticos son otros elementos clave para la gestión y planificación de tus rutas. Si apuestas por ello, la reducción de costes oscila entre el 5% y el 15%. ¿Qué tal si te animas a dar el paso?